martes, 26 de febrero de 2013

Carta Apostólica a "Motu Proprio" de Benedicto XVI para la elección del próximo Sumo Pontífice 25/02/2013

Ciudad del Vaticano, 25 febrero 2013 (VIS).-Publicamos a continuación una traducción no oficial, de la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio del Santo Padre Benedicto XVI sobre algunas modificaciones relativas a la elección del Romano Pontífice fechada el 22 de febrero:


"Con la Carta apostólica "De aliquibus mutationibus in normis de electione Romani Pontefici", dada como Motu Proprio en Roma el 11 de junio de 2007 en el tercer año de mi pontificado, he establecido algunas normas que, abrogando las prescritas en el número 75 de la Constitución apostólica "Universi Dominici gregis" promulgadas el 22 de febrero de 1996 por mi predecesor el beato Juan Pablo II, restablecían la norma sancionada por la tradición, según la cual para la elección válida del Romano Pontífice se requiere siempre la mayoría de dos tercios de los votos de los cardenales presentes.


Considerada la importancia de asegurar el mejor funcionamiento de cuanto atañe, si bien con relieve diverso, a la elección del Romano Pontífice, en particular una interpretación y actuación mas cierta de algunas disposiciones, establezco y prescribo que algunas normas de la Constitución apostólica "Universi Dominici gregis" y cuanto yo mismo dispuse en la Carta apostólica más arriba mencionada se sustituyan con las normas que siguen:


35. Ningún Cardenal elector podrá ser excluido de la elección, activa o pasiva, por ningún motivo o pretexto, quedando en pie lo establecido en los números 40 y 75 de esta Constitución.


37.Establezco, además, que desde el momento en que la Sede Apostólica esté legítimamente vacante los Cardenales electores presentes esperen durante quince días completos a los ausentes; dejo además al Colegio de los Cardenales la facultad de anticipar el comienzo del Cónclave si consta la presencia de todos los cardenales electores, como la facultad de retrasar, si hubiera motivos graves, el comienzo de la elección algunos días.. Pero pasados al máximo veinte días desde el inicio de la Sede vacante, todos los Cardenales electores presentes están obligados a proceder a la elección.


43. Desde el momento en que se ha dispuesto el comienzo del proceso de la elección hasta el anuncio público de que se ha realizado la elección del Sumo Pontífice o, de todos modos, hasta cuando así lo ordene el nuevo Pontífice, los locales de la Domus Sanctae Marthae, como también y de modo especial la Capilla Sixtina y las zonas destinadas a las celebraciones litúrgicas, deben estar cerrados a las personas no autorizadas, bajo la autoridad del Cardenal Camarlengo y con la colaboración externa del Vice Camarlengo y del Sustituto de la Secretaría de Estado, según lo establecido en los números siguientes.


Todo el territorio de la Ciudad del Vaticano y también la actividad ordinaria de las Oficinas que tienen su sede dentro de su ámbito deben regularse, en dicho período, de modo que se asegure la reserva y el libre desarrollo de todas las actividades en relación con la elección del Sumo Pontífice. De modo particular se deberá cuidar, también con la ayuda de los Prelados Clérigos de Cámara, que nadie se acerque a los Cardenales electores durante el traslado desde la Domus Sanctae Marthae al Palacio Apostólico Vaticano.


46.,Párrafo 1.-Para satisfacer las necesidades personales y de la oficina relacionadas con el desarrollo de la elección, deberán estar disponibles y, por tanto, alojados convenientemente dentro de los límites a los que se refiere el n. 43 de la presente Constitución, el Secretario del Colegio Cardenalicio, que actúa de Secretario de la asamblea electiva; el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias con ocho Ceremonieros y dos religiosos adscritos a la Sacristía Pontificia; un eclesiástico elegido por el Cardenal Decano, o por el Cardenal que haga sus veces, para que lo asista en su cargo.


47. Todas las personas señaladas en el num. 46 y en el num. .55, párrafo 2 de la presente Constitución que por cualquier motivo o en cualquier momento fueran informadas por quien sea sobre algo directa o indirectamente relativo a los actos propios de la elección y, de modo particular, de lo referente a los escrutinios realizados en la elección misma, están obligadas a estricto secreto con cualquier persona ajena al Colegio de los Cardenales electores; por ello, antes del comienzo del proceso de la elección, deberán prestar juramento según las modalidades y la fórmula indicada en el número siguiente.


48. Las personas señaladas en el num. 46 y en el num.55, párrafo 2 de la presente Constitución, debidamente advertidas sobre el significado y sobre el alcance del juramento que han de prestar antes del comienzo del proceso de la elección, deberán pronunciar y subscribir a su debido tiempo, ante el Cardenal Camarlengo u otro Cardenal delegado por éste, en presencia de dos Protonotarios apostólicos de Número Participantes, el juramento según la fórmula siguiente:


Yo N. N. prometo y juro observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, y esto perpetuamente, a menos que no reciba especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice elegido o por sus Sucesores, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice.


Prometo igualmente y juro que me abstendré de hacer uso de cualquier instrumento de grabación, audición o visión de cuanto, durante el período de la elección, se desarrolla dentro del ámbito de la Ciudad del Vaticano, y particularmente de lo que directa o indirectamente de algún modo tiene que ver con las operaciones relacionadas con la elección misma.


Declaro emitir este juramento consciente de que una infracción del mismo comportaría para mí la pena de la excomunión "latae sententiae" reservada a la Sede Apostólica.


Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano.


49. Celebradas las exequias del difunto Pontífice, según los ritos prescritos, y preparado lo necesario para el desarrollo regular de la elección, el día establecido, según lo previsto en el num. 37 de la presente Constitución, no más allá del vigésimo- los Cardenales electores se reunirán en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, o donde la oportunidad y las necesidades de tiempo y de lugar aconsejen, para participar en una solemne celebración eucarística con la Misa votiva "Pro eligendo Papa" (19). Esto deberá realizarse a ser posible en una hora adecuada de la mañana, de modo que en la tarde pueda tener lugar lo prescrito en los números siguientes de la presente Constitución.


50. Desde la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, donde se habrán reunido en una hora conveniente de la tarde, los Cardenales electores en hábito coral irán en solemne procesión, invocando con el canto del Veni Creator la asistencia del Espíritu Santo, a la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, lugar y sede del desarrollo de la elección. Participan en la procesión el Vice Camarlengo, el Auditor General de la Cámara Apostólica y dos miembros de cada uno de los Colegios de Protonotarios Apostólicos de Número Participantes, de los Prelados Auditores de la Rota Romana y de los Prelados Clérigos de Cámara.


51. Párrafo 2.- Por tanto, el Colegio Cardenalicio, que actúa bajo la autoridad y la responsabilidad del Camarlengo, ayudado por la Congregación particular de la que se habla en el n. 7 de la presente Constitución cuidará de que, dentro de dicha Capilla y de los locales adyacentes, todo esté previamente dispuesto, incluso con la ayuda desde el exterior del Vice Camarlengo y del Sustituto de la Secretaría de Estado, de modo que se preserve la normal elección y el carácter reservado de la misma.


55.-Párrafo 3.- Si se cometiese y descubriese una infracción a esta norma, sepan los autores que estarán sujetos a la pena de excomunión "latae sententiae" reservada a la Sede Apostólica.


62. Abolidos los modos de elección llamados per acclamationem seu inspirationem y per compromissum, la forma de elección del Romano Pontífice será de ahora en adelante únicamente per scrutinium.


Establezco, por lo tanto, que para la elección válida del Romano Pontífice se requieren los dos tercios de los votos, calculados sobre la totalidad de los electores presentes y votantes


64. El procedimiento del escrutinio se desarrolla en tres fases, la primera de las cuales, que se puede llamar pre-escrutinio, comprende: 1) la preparación y distribución de las papeletas por parte de los Ceremonieros, llamados al Aula junto con el Secretario del Colegio de Cardenales y con el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias- quienes entregan por lo menos dos o tres a cada Cardenal elector; 2) la extracción por sorteo, entre todos los Cardenales electores, de tres Escrutadores, de tres encargados de recoger los votos de los enfermos, llamados Infirmarii, y de tres Revisores; este sorteo es realizado públicamente por el último Cardenal Diácono, el cual extrae seguidamente los nueve nombres de quienes deberán desarrollar tales funciones; 3) si en la extracción de los Escrutadores, de los Infirmarii y de los Revisores, salieran los nombres de Cardenales electores que, por enfermedad u otro motivo, están impedidos de llevar a cabo estas funciones, en su lugar se extraerán los nombres de otros no impedidos. Los tres primeros extraídos actuarán de Escrutadores, los tres segundos de Infirmarii y los otros tres de Revisores.


70. Párrafo 2.- Los Escrutadores hacen la suma de todos los votos que cada uno ha obtenido, y si ninguno ha alcanzado al menos los dos tercios de los votos en aquella votación, el Papa no ha sido elegido; en cambio, si resulta que alguno ha obtenido al menos los dos tercios, se tiene por canónicamente válida la elección del Romano Pontífice.


75. Si se realizaran en vano los escrutinios que se indican en los números 72, 73 y 74 de la indicada Constitución, téngase un día dedicado a la oración, la reflexión y el diálogo; en las siguientes votaciones, observado el orden establecido en el número 74 de dicha Constitución, solamente tendrán voz pasiva los dos nombres que en el escrutinio precedente hayan obtenido la mayoría de los sufragios, sin apartarse de la norma de que también en estas votaciones para la validez de la elección se requiere la mayoría cualificada de al menos dos tercios de los sufragios de los Cardenales presentes y votantes. En estas votaciones los dos nombres que tienen voz pasiva carecen de voz activa.


87. Realizada la elección canónicamente, el último de los Cardenales Diáconos llama al aula de la elección al Secretario del Colegio de los Cardenales, al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y a dos Ceremonieros; después, el Cardenal Decano, o el primero de los Cardenales por orden y antigüedad, en nombre de todo el Colegio de los electores, pide el consentimiento del elegido con las siguientes palabras: ¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice? Y, una vez recibido el consentimiento, le pregunta: ¿Cómo quieres ser llamado? Entonces el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, actuando como notario y teniendo como testigos a dos Ceremonieros, levanta acta de la aceptación del nuevo Pontífice y del nombre que ha tomado".


Este documento entrará en vigor inmediatamente después de su publicación en "L'Osservatore Romano".


Esto decido y establezco, no obstante cualquier disposición contraria.


Dado en Roma, al lado de San Pedro, el día 22 de febrero, en el año 2013, octavo de mi pontificado.
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domingo, 24 de febrero de 2013

Benedicto XVI dirige este domingo su último rezo del 'Ángelus'

Este domingo ha sido el último en el que Ratzinger ha bendecido a los congregados en San Pedro 

 

El papa Benedicto XVI ha dirigido este domingo desde la ventana de su apartamento en la Plaza de San Pedro del Vaticano el Ángelus dominical, un rezo que ha cobrado especial relevancia al tratarse del último de Joseph Ratzinger como pontífice.

Antes de hacer efectiva su renuncia y de que comience el llamado periodo de "sede vacante" a las 19:00 horas GMT del próximo día 28, Benedicto XVI ha dicho adiós a los fieles con este acto, previo a la audiencia general del miércoles, considerada como la despedida oficial.
Un dispositivo de seguridad especial vigilaba desde anoche San Pedro, en la que cuatro pantallas gigantes han permitido que decenas de miles de fieles que esperaban en la plaza pudiesen seguir todos los movimientos del papa.
Este domingo ha sido, pues, el último en el que el papa Ratzinger ha vendido a los congregados en San Pedro, invitando a la oración, pronunciando su reflexión dominical sobre el Evangelio y saludando en varias lenguas a las gentes llegadas al Vaticano.
Benedicto XVI, quien sorprendió a todos con el anuncio de su renuncia, la primera de un pontífice en la era moderna, puso fin ayer a una semana de ejercicios espirituales y recibió en audiencia privada al presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, en el que fue su último acto institucional como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Fuente:http://www.laopinion.com

miércoles, 20 de febrero de 2013

Ratzinger actuó contra Maciel a contracorriente: exfiscal vaticano

El exfiscal anti-pederastia del Vaticano, Charles Scicluna, aseguró que el cardenal Joseph Ratzinger actuó contra el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, a contracorriente y por "amor a la verdad".


Quien ocupó durante más de 10 años el puesto de "promotor de justicia" de la Congregación para la Doctrina de la Fe y llevó adelante el proceso contra el sacerdote mexicano, destacó la política de Benedicto XVI contra los curas pederastas.

En 2004, "Maciel festejó en la Basílica San Pablo extramuros los 60 años de sacerdocio. Fue toda la Curia Romana, obispos y cardenales incluidos. El único que se quedó en su casa fue Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe", apuntó.


"De hecho sabía bien a quien tenía enfrente. Tanto que, un mes después, dio inicio a la investigación vaticana en su contra", agregó en una entrevista publicada por el diario italiano La Repubblica.

Según Scicluna proceder contra el fundador de la Legión "fue un sufrimiento enorme" para él, porque estaba "bien consciente" de cuánta consideración gozaba Maciel en la Curia Romana. Aún así actuó contra corriente por amor a la verdad, indicó.

Agregó que la política de Ratzinger fue la de limpiar la Iglesia de la suciedad pero también de usar la misericordia porque siempre tuvo conciencia, como san Pablo, que "los hombres de Dios custodian un tesoro en vasos de arcilla".

Sostuvo que en El Vaticano todos quieren hacer limpieza, pero la repetición de los escándalos en los medios disminuye las energías y los entusiasmos.

"La atención hacia la Iglesia en este tema es exagerada, pero en cierto modo legítima, porque significa que hacia la figura del sacerdote, el ideal de vida que encarna, existe gran interés", estableció.


 No obstante, descartó que el Papa Benedicto XVI haya decidido presentar su renuncia al pontificado por el escándalo de los abusos sexuales en el clero.

"También el problema de la pedofilia le preocupa y lo hace sufrir, ciertamente. Pero sabe bien que ninguno debe permitirse tirar la primera piedra. En el sentido que nadie está libre de pecado", ponderó.

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Benedicto XVI podría publicar decreto para adelantar el cónclave



Benedicto XVI podría publicar decreto para adelantar el cónclave

 Se trata del llamado "Motu Propio" donde se precisarán algunos puntos de la instancia y se podría abordar el tema de los plazos. Hasta ahora se habla de un mínimo de 15 días y un máximo de 20 días desde que se decrete la llamada "sede vacante"



El Papa Benedicto XVIpodría  publicar un decreto, llamado "Motu Propio", para adelantar la celebración del cónclave después de que deje el papado el 28 de febrero, indicó hoy el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.

"El Papa está tomando en consideración la publicación en los próximos días de un Motu Propio para precisar algunos puntos de la constitución sobre el  cónclave. No sabemos si considerará oportuno abordar el asunto del plazo de  inicio del cónclave", declaró Lombardi. "Veremos si es así y cuándo se publicará el documento", afirmó Lombardi en un encuentro con la prensa.

"En todo caso depende de la evaluación que haga el Papa. Si decide firmarlo será divulgado oportunamente", precisó.

El cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI, que decidió renunciar  por "falta de fuerzas", según la constitución apostólica, debe empezar "entre  un mínimo de 15 días y un máximo de 20" desde que se decrete la llamada "sede  vacante", fijada para el próximo 28 de febrero a las 20.00 horas local  el momento que Benedicto XVI eligió para abandonar el trono.

El Papa "es el único que puede cambiar la constitución apostólica", explicó el historiador Ambrogio Piazoni.
La constitución habla de 15 a 20 días para dar tiempo a los cardenales de  llegar a Roma para asistir en general a los funerales solemnes y respetar el  duelo por la muerte de un pontífice.

En este caso, como se trata de una renuncia, que ha ocurrido en contadas  ocasiones en la historia milenaria de la Iglesia, es posible que todos los  cardenales se encuentren en Roma y no haya que esperarlos.  "Se puede interpretar la constitución", explicó la semana pasada el  portavoz.

El tema está siendo debatido por los mismos cardenales que deberán  despedirse el 28 de febrero del Papa.
En total 117 cardenales tendrán derecho a voto (por tener menos de 80 años)  en el cónclave que elegirá, dentro de la Capilla Sixtina, al nuevo Papa con una  mayoría de dos tercios.

Tras su renuncia, Benedicto XVI se trasladará a la residencia veraniega de  los papas, en Castelgandolfo, en las afueras de Roma, donde deberá permanecer  unos dos meses. Se trata de un cónclave insólito porque se celebrará por primera vez en  siete siglos con el pontífice saliente en vida.

Fuentes diplomáticas latinoamericanas sostienen que la elección del sucesor  de Benedicto XVI será rápida, antes de la misa de Ramos del 24 de marzo, una de  las más importantes de la Semana Santa y del año litúrgico.

De los 117 cardenales con derecho a voto, 62 son europeos, 28 italianos y  19 de América Latina. Hay entre ellos cinco brasileños, tres mexicanos, dos  argentinos, un chileno, un peruano, un boliviano, un cubano, un dominicano, un  hondureño, un venezolano, un ecuatoriano y un colombiano

Fuente: www.latercera.com
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Iniciativas de despedida que tu puedes enviarle al Papa Benedicto XVI


Iniciativas de despedida que tu puedes enviarle al Papa Benedicto XVI



Con gusto les reúno aquí las iniciativas de despedida que tu puedes enviarle al Papa Benedicto XVI, antes del 28 de febrero, día en que deja el Primado de San Pedro. Desde ya, puedes enviarlas, él personalmente las leerá por E-mail o por FaceBook.

Por Twitter, el padre Juan Carlos,LdC, quiere que lo enviemos el miércoles 20/F (abajo les explico).

-Gracias y Unidos en Oración Constante por S.S. Benedicto XVI (Joseph Ratzinger), y por los Cardenales Papables del Cónclave!-

;) Mireya Urbina V.
A continuación las direcciones :)
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- Iniciativa en FACEBOOK para dar gracias al Papa Benedicto XVI por su Pontificado, invitamos a unirse http://t.co/IH1rjavm @Bn_Noticias
Escribele a nuestro Papa saliente un mensaje de unidad!.
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- Por TWITTER a partir de las 8pm el Mierc 20/02/13: colócale un mensaje de agradecimiento en la dirección: @Pontifex_es y al final agrega #2BXVI

Con ése numeral (o clave llamada etiqueta) levantaremos el hashtag del Papa a los primeros lugares de mensaje-twitter del día en el mundo. Gracias! :)
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- Y por E-MAIL:
Haz llegar a través de este espacio una palabra de aliento a Benedicto XVI, tu sentir por sus años en el papado o tu Oración.

Catholic net se compromete a entregarselas!

Dale clip AL FINAL a la derecha de tu pantalla al terminar el texto, a donde dice:- Da CLICK AQUÍ -(está en color)
Lic. Mireya Urbina 


Únete y haz llegar al Santo padre tus palabras de gratitud y tus oraciones por estos casi 8 años de pontificado. Da CLICK AQUI  


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domingo, 17 de febrero de 2013

COMUNIÓN ESPIRITUAL



COMUNIÓN ESPIRITUAL 





"Oh Sangre de Jesucristo, yo te adoro en tu Eucarística presencia en el altar!

Yo creo en tu Poder y dulzura. Penetra en mi alma y purifícala en mi corazón, ...inflámalo!

Preciosa Sangre de Jesús, realmente presente en la Sagrada Hostia, alumbra mi inteligencia, toma posesión de mi mente, circula siempre por mis venas, que todos mis sentidos sean marcados con tu Divina unción.

Que mi corazón palpite  sólo por tu gloria y que mis labios te exulten por siempre".

Amén


JESÚS EN TÍ CONFÍO!!!

(La Comunión Espiritual, rezada 3 veces, servirá de alimento espiritual, para cuando no se pueda recibir la Hostia consagrada)

La fecha del Cónclave podrá ser adelantada

El portavoz del Vaticano: estaría subordinado a la presencia de los cardenales en Roma. Los ejercicios espirituales del papa con la Curia se podrán escuchar vía internet.

Ciudad del Vaticano, 16 de febrero de 2013 (Zenit.org). H. Sergio Mora | 481 hitos

El portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, no excluyó que los tiempos del cónclave puedan ser adelantados. Lo indicó hoy ante los periodistas en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
La semana pasada ZENIT le había preguntado sobre dicha posibilidad, visto la ausencia de funerales, a lo que el padre Lombardi había indicado que hasta ese momento se preveía cuanto indicado en la Constitución apostólica Universi Dominici Gregi, la cual legisla sobre el tema, o sea entre el 15 y el 20 de marzo.
"Claramente --dijo- desde cuando todos los cardenales ya estén en Roma”, pues según la ley bastaría que uno no estuviera para que se atrasara. Habría que esperarlo hasta la fecha fijada por la Constitución.
El hecho que no haya funerales podría por lo tanto, ya en el período de sede vacante, llevar a los responsables a interpretar la Constitución y acortar lo tiempos, dijo.
Sobre el hecho que el papa reinante es el legislador de la Constitución apostólica precisó: “Si se trata de elementos que deben ser modificados de la Constitución, es necesaria la autoridad del papa. Como por ejemplo en el caso de los tres tercios en las votaciones en el cónclave. Otra cosa en cambio, es la interpretación concreta de la ley, pues la Constitución ya prevé quienes tienen que tomar las decisiones”.
“Me parece --concluyó el portavoz- que en este sentido todo es bien claro. Si hay puntos de la Constitución tienen que ser modificados por el mismo pontífice antes de que deje el cargo, las interpretaciones de la misma en cambio, ya está especificado quién las debe tomar”.
Sobre los ejercicios espirituales de Benedicto XVI que inician este domingo por la noche hasta el próximo sábado por la mañana, el padre Lombardi dijo que “el cardenal Ravasi lo hace sin textos escritos o sea que estarán publicados en texto solamente varios días después. Ya que es necesario transcribir las meditaciones.
Si bien podrán ser escuchadas en diferido, en internet, desde la web de la Radio Vaticano”. Añadió que habrá resúmenes diarios sobre los ejercicios.
Excluyó que los periodistas puedan visitar el monasterio al que irá a vivir el papa, si bien "para facilitarles su trabajo los medios contarán con imágenes rodadas por el Centro Televisivo Vaticano, incluso de algunos lugares como la residencia de Santa Marta que habían sido ya rodadas para el anterior cónclave. Claramente se volverá a filmar todo en HD debido al avance de las tecnologías", dijo.

 


BIOGRAFÍA
DE SU SANTIDAD
BENEDICTO XVI






El cardenal Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn, diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927 (Sábado Santo), y fue bautizado ese mismo día. Su padre, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera, de condiciones económicas más bien modestas. Su madre era hija de artesanos de Rimsting, en el lago Chiem, y antes de casarse trabajó de cocinera en varios hoteles.

Pasó su infancia y su adolescencia en Traunstein, una pequeña localidad cerca de la frontera con Austria, a treinta kilómetros de Salzburgo. En ese marco, que él mismo ha definido “mozartiano”, recibió su formación cristiana, humana y cultural.
El período de su juventud no fue fácil. La fe y la educación de su familia lo preparó para afrontar la dura experiencia de aquellos tiempos en los que el régimen nazi mantenía un clima de fuerte hostilidad contra la Iglesia católica. El joven Joseph vio como los nazis golpeaban al párroco antes de la celebración de la Santa Misa.

Precisamente en esa compleja situación, descubrió la belleza y la verdad de la fe en Cristo; para ello fue fundamental la actitud de su familia, que siempre dio un claro testimonio de bondad y esperanza, con una arraigada pertenencia a la Iglesia.
En los últimos meses de la segunda guerra mundial fue enrolado en los servicios auxiliares antiaéreos.
De 1946 a 1951 estudió filosofía y teología en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising y en la universidad de Munich, en Baviera.

Recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1951.
Un año después, inició su actividad como profesor en la Escuela superior de Freising.
En el año 1953 se doctoró en teología con la tesis: “Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia en san Agustín”. Cuatro años más tarde, bajo la dirección del conocido profesor de teología fundamental Gottlieb Söhngen, obtuvo la habilitación para la enseñanza con una disertación sobre: “La teología de la historia de san Buenaventura”.

Tras ejercer como profesor de teología dogmática y fundamental en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising, prosiguió su actividad docente en Bona, de 1959 a 1963; en Muñiste, de 1963 a 1966; y en Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de dogmática e historia del dogma en la Universidad de Ratisbona, donde ocupó también el cargo de vicerrector de la Universidad.

De 1962 a 1965 hizo notables aportaciones al Concilio Vaticano II como “experto”; asistió como teólogo consultor del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia.
Su intensa actividad científica lo llevó a desempeñar importantes cargos al servicio de la Conferencia Episcopal Alemana y de la Comisión Teológica Internacional.

En 1972, juntamente con Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac y otros grandes teólogos, fundó la revista de teología “Communio”.

El 25 de marzo de 1977, el Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising. El 28 de mayo recibió la Ordenación episcopal. Fue el primer sacerdote diocesano, después de 80 años, que asumió el gobierno pastoral de la gran archidiócesis bávara. Escogió como lema episcopal: “Colaborador. de la verdad” y él mismo lo explicó: “Por un lado, me parecía que expresaba la relación entre mi tarea previa como profesor y mi nueva misión. Aunque de diferentes modos, lo que estaba y seguía estando en juego era seguir la verdad, estar a su servicio. Y, por otro, escogí este lema porque en el mundo de hoy el tema de la verdad es acallado casi totalmente; pues se presenta como algo demasiado grande para el hombre y, sin embargo, si falta la verdad todo se desmorona”.
Pablo VI lo creó cardenal, con el título presbiteral de “Nuestra Señora de la Consolación en el Tiburtino”, en el consistorio del 27 de junio del mismo año.
 En 1978, el Cardenal Ratzinger participó en el Cónclave, celebrado del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I, el cual lo nombró su Enviado Especial al III Congreso mariológico internacional, que tuvo lugar en Guayaquil (Ecuador), del 16 al 24 de septiembre. En el mes de octubre del mismo año, participó también en el Cónclave que eligió a Juan Pablo II.
Fue Relator en la V Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, de 1980, sobre el tema: “Misión de la familia cristiana en el mundo contemporáneo”, y Presidente delegado de la VI Asamblea general ordinaria, de 1983, sobre “La reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia”.
Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, el 25 de noviembre de 1981. El 15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la archidiócesis de Munich y Freising El 5 de abril de 1993, lo elevó al Orden de los Obispos, asignándole la sede suburbicaria de Velletri-Segni.
Fue Presidente de la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia católica, que, después de seis años de trabajo (1986-1992), presentó al Papa el nuevo Catecismo. 

Juan Pablo II, el 6 de noviembre de 1998, aprobó la elección del cardenal Ratzinger como Vicedecano del Colegio cardenalicio, realizada por los Cardenales del Orden de los Obispos. Y el 30 de noviembre de 2002, aprobó su elección como Decano; con dicho cargo le fue asignada, además, la sede suburbicaria de Ostia.

En 1999 fue Enviado Especial del Papa a las celebraciones con ocasión del XII centenario de la creación de la diócesis de Paderborn, Alemania, que tuvieron lugar el 3 de enero.
Desde el 13 de noviembre de 2000 fue Académico honorario de la Academia Pontificia de las Ciencias.
En la Curia romana, fue miembro del Consejo de la Secretaria de Estado para las Relaciones con los Estados; de las Congregaciones para las Iglesias Orientales, para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos, para la Educación Católica, para el Clero y para las Causas de los Santos; de los Consejos pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y para la Cultura; del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; y de las Comisiones pontificias para América Latina, “Ecclesia Dei”, para la Interpretación auténtica del Código de Derecho Canónico y para la Revisión del Código de Derecho Canónico Oriental.

Entre sus numerosas publicaciones ocupa un lugar destacado el libro: "Introducción al Cristianismo", recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de fe apostólica; "Palabra en la Iglesia" (1973), antología de ensayos, predicaciones y reflexiones dedicadas a la pastoral.
Tuvo gran resonancia el discurso que pronunció ante la Academia bávara sobre el tema “¿Por qué sigo aún en la Iglesia?”, en el que, con su habitual claridad, afirmó: “Sólo en la Iglesia es posible ser cristiano y no al margen de la Iglesia”.
Sus publicaciones fueron abundantes a lo largo de los años, constituyendo un punto de referencia para muchas personas, especialmente para los que querían profundizar en el estudio de la teología. En 1985 publicó el libro-entrevista “Informe sobre la fe” y, en 1996 “La sal de la tierra”. Asimismo, con ocasión de su 70° cumpleaños, se publicó el libro: “En la escuela de la verdad”, en el que varios autores ilustran diversos aspectos de su personalidad y de su obra.

Ha recibido numerosos doctorados “honoris causa”: por el College of St. Thomas in St. Paul (Minnesota, Estados Unidos), en 1984; por la Universidad católica de Eichstätt (Alemania) en 1985; por la Universidad católica de Lima (Perú), en 1986; por la Universidad católica de Lublin (Polonia), en 1988; por la Universidad de Navarra (Pamplona, España), en 1998; por la Libre Universidad María Santísima Asunta (LUMSA) (Roma), en 1999; por la Facultad de teología de la Universidad de Wroclaw (Polonia), en 2000.


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El 11 de febrero de 2013 Anuncio su dimision al trono Petrino por motivos de salud.
Ver noticia aqui

sábado, 16 de febrero de 2013

¿Ir a Misa sin sentirlo?



 El lugar de encuentro de los católicos en la red

¿Ir a Misa sin sentirlo?


 
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¿Ir a Misa sin sentirlo?
La Misa y los sentimientos:una confusión quizá demasiado extendida.
Autor: P. Eduardo Volpacchio | Fuente: Algunas ideas

Me preocupa haber encontrado no pocas personas a las que les han aconsejado -incluso algún sacerdote- no asistir a Misa el domingo si "no lo sentían". De ser cierto estos consejos, significaría que el criterio moral para evaluar la conveniencia de la asistencia a Misa sería el siguiente: "Si lo sentís, tenéis el deber de ir a Misa; si no lo sentís no tenéis que ir (o al menos podrías no ir)". Es un planteo que hace decisivos, desde el punto de vista moral, los sentimientos.

Si, con una pizca de ironía, nos colocamos en un contexto de buscar excusas para no ir a Misa, el asunto sonaría de tal manera que sentirse bien en Misa sería una carga, que me obliga a ir; y sentirse mal con la Misa, una fuerza liberadora del precepto. Ya se vé que hay algo que no funciona.

En efecto, si consideramos racionalmente la postura, nos daremos cuenta de que es sencillamente un disparate. Es lo que trataremos de analizar en estas líneas.

De entrada hay que decir que el criterio señalado es inaplicable. Para poder usarlo tendríamos que descubrir primero de qué sentimientos se trata: sentir ganar de ir a Misa, sentir emoción en Misa, aburrirse en Misa, sentir pereza, sentir simpatía o enojo con el sacerdote, sentir más ganas de otras cosas y un largo etcétera de posibles sentimientos. Una vez aclarado qué tipos de sentimientos aconsejarían no asistir a Misa; habría que preguntarse qué intensidad de sentimiento sería necesario para excusar de pecado o cometerlo.
De más está decir que todo este planteo carece de sentido.

Sabemos qué nos pide Dios en primer lugar: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas". No nos pide buenos sentimientos, sino que amemos "con obras y de verdad".

La superficialidad del argumento usado como justificante del abandono de la práctica religiosa, supone además ignorar varias realidades:

• Desconocer el valor salvífico de la Misa más allá de los sentimientos de los asistentes.
• Desconocer el valor de la obediencia a las leyes de la Iglesia.
• Desconocer el sentido del deber.
• Desconocer el valor del sacrificio como expresión de amor.
• Desconocer la psicología humana, ya que si dejo de hacer cosas buenas -está fuera de discusión la bondad del sacrificio Eucarístico- que me cuestan, difícilmente tendré ganas de hacerlas después. Y menos de apreciarlas.

El valor de la Misa

El consejo sería válido si la única función de la Misa fuera suscitar en quienes participan buenos sentimientos. Si fracasara en tal intento -que sería su única razón de ser- efectivamente sería inútil, y no nos serviría para nada la asistencia a la misma.
Pero la Misa es una acción divina, que santifica al mundo. Hay en ella mucho más de lo que veo, de lo que toco, de lo que siento. De manera que la Misa me sirve mucho más de lo que puedo darme cuenta, es más, no sólo me sirve, la necesito para tener vida eterna.

Preceptos y sentimientos

En el caso de la Misa dominical hay en juego algo más que la piedad: un precepto de la Iglesia. Y el cumplimiento de las leyes va más allá de los sentimientos. En este caso, además, se trata de un precepto que obliga gravemente (es decir, que su incumplimiento, en principio, es grave). Un legislador jamás contemplaría entre las causas excusantes del cumplimiento de la ley la carencia de sentimientos: los sentimientos no tienen lugar en el ámbito jurídico porque no pueden ser medibles objetivamente.

Si una persona flaquea y por debilidad falta a Misa el domingo, con humildad pedirá perdón al reconocer su falta, y Dios lo perdonará. El problema aparece cuando se intenta justificar la falta, para que deje de ser falta. Entonces, se confirma en el camino del abandono del cumplimiento de sus deberes religiosos. Y esto, lejos de acercarlo al amor de Dios, lo alejará de su presencia.

La falta de sentimientos puede ser ofensiva

En las relaciones humanas, la falta de sentimiento no exime del cumplimiento de deberes familiares o sociales. Por el contrario, si ése es el motivo del incumplimiento, lo hace más ofensivo. Si no asisto a la celebración del cumpleaños de un amigo, seguramente podrá entender las razones que me lo impiden. Pero si me justifico diciendo que no me dice nada su persona y su celebración, lejos de excusarme, la explicación hará más dolorosa mi ausencia, la convertirá en un auténtico desprecio.

Me parece que a Dios lejos de agradarle que un cristiano no vaya a Misa porque no lo siente, le resulta más ofensivo. Y le "duele" que no haga ningún esfuerzo por superar esa falta de sentimiento para estar con El.

Sería muy egoísta la actitud de quien dejara de ir a Misa cuando deja de "sentir": como si sólo buscara "sentirse bien" y cuando no lo consigue, la abandonara porque "ya no me sirve". No vamos a Misa a sentirnos bien, sino a participar del mayor acto de amor de Dios por los hombres; no vamos a pasárnoslo bien, sino a dar Dios el culto que merece ofreciéndole nada menos que la entrega de Cristo y a buscar la gracia que necesitamos para ser buenos hijos de Dios. El valor de esto está mucho más allá de lo que yo pueda sentir.
A Dios no le molesta que no sienta nada. El sabe bien cómo es mi estado interior. Quiere que lo ame, incluso cuando mis sentimientos no me facilitan ese amor.

La solución verdadera

Quizá sea cierto que la mayor parte de la gente que deja de ir a Misa, lo haga por motivos "afectivos": no siente nada, se aburre, no tiene ganas. Tienen fe, dicen amar a Dios, pero no los llena, no sienten nada. Y es la mayor donación de Dios a los hombres. Es una lástima, pero está muy lejos de justificar la falta de práctica religiosa.

Quienes están en esta situación tienen un problema, y tendrían que buscar cómo resolverlo. Quizá deberían plantearse que la Misa no tiene la "culpa". Que la solución no es dejar de asistir, sino intentar que les diga algo, entenderla mejor, vivirla con más intensidad. Dejar de ir a Misa es la peor de todas las "soluciones" posibles a su falta de sentimientos, porque no soluciona nada. Nunca "gracias" a dejar de participar en la Misa conseguirán amar más a Dios, y sentir más intensamente ese amor.

Quien ama se lo pasa bien con el amado, pero no es eso lo que busca (el amor egoísta se busca a sí mismo). Quien busca dar gloria a Dios, sabe prescindir de sus sentimientos: busca agradarlo, aunque no saque nada de provecho personal.

Conclusión

Si faltas a Misa los domingos, por favor, no te justifiques diciendo que no te dice nada. No te excusará delante de Dios. Resulta evidente que a quien nos pide como primer mandamiento que lo amemos, no puede resultarle indiferente que le digamos que no sentimos nada por su compañía.

Si escuchas a alguien razonar de esta manera, decirle que lo piense mejor, porque es un razonamiento que carece de lógica por donde lo consideres.

Por otro lado, y para terminar, si ha habido tantas almas enamoradas de la Eucaristía, será que algo tiene, y habrá que ponerse en campaña para descubrirlo. Es todo un desafío.




Preguntas y comentarios al autor de este artículo.capellania@colegioelbuenayre.edu.ar

 
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