martes, 30 de junio de 2015

FRANCISCO EN EL DIA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

EL PAPA en la Festividad de SAN PEDRO Y SAN PABLO
"Enseñar rezando, anunciar la fe creyendo, dar testimonio viviendo". (¡No es sólo decir soy Católico, sino saber serlo!)

Han pasado siglos, reyes, dictadores, guerras, persecuciones, ideologías, filosofías, potestades y la única Iglesia fundada por Cristo en Pedro, sigue de pie!

El papa Francisco en la festividad de san Pedro y san Pablo. -Texto completo de la homilía-

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, 29 de junio de 2015 (ZENIT.org)

En la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, el papa Francisco presidió los ritos en la basílica de San Pedro, bendijo los palios para los 46 arzobispos metropolitanos nombrados durante el año, en todo el mundo.
 
Tras la lectura del Evangelio el papa pronunció la homilía que reproducimos textualmente a continuación.
 

La lectura tomada de los Hechos de los Apóstoles nos habla de la primera comunidad cristiana acosada por la persecución. Una comunidad duramente perseguida por Herodes que «hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan» y «decidió detener a Pedro... Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel» (12,2-4). 

Sin embargo, no quisiera detenerme en las atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones, que desgraciadamente perduran todavía hoy en muchas partes del mundo, a menudo bajo la mirada y el silencio de todos. En cambio, hoy quisiera venerar la valentía de los Apóstoles y de la primera comunidad cristiana, la valentía para llevar adelante la obra de la evangelización, sin miedo a la muerte y al martirio, en el contexto social del imperio pagano; venerar su vida cristiana que para nosotros creyentes de hoy constituye una fuerte llamada a la "oración, a la fe y al testimonio". ​

Una llamada a la oración, la comunidad era una Iglesia en oración: «Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él» (Hch 12,5). Y si pensamos en Roma, las catacumbas no eran lugares donde huir de las persecuciones sino, sobre todo, lugares de oración, donde santificar el domingo y elevar, desde el seno de la tierra, una adoración a Dios que no olvida nunca a sus hijos.

La comunidad de Pedro y de Pablo nos enseña que una Iglesia en oración es una iglesia en pie, sólida, en camino. Un cristiano que reza es un cristiano protegido, custodiado y sostenido, pero sobre todo no está solo.

Y sigue la primera lectura: «Estaba Pedro durmiendo... Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro... Las cadenas se le cayeron de las manos» (Hch 12,6-7).

¿Pensamos en cuántas veces ha escuchado el Señor nuestra oración enviándonos un Ángel? Ese Ángel que inesperadamente nos sale al encuentro para sacarnos de situaciones complicadas, para arrancarnos del poder de la muerte y del maligno, para indicarnos el camino cuando nos extraviamos, para volver a encender en nosotros la llama de la esperanza, para hacernos una caricia, para consolar nuestro corazón destrozado, para despertarnos del sueño existencial, o simplemente para decirnos: «¡No estás solo!».

¡Cuántos ángeles pone el Señor en nuestro camino! Pero nosotros, por miedo, incredulidad o incluso por euforia creyendo que son nuestra habilidades o inteligencias, los dejamos. fuera, como le sucedió a Pedro cuando llamó a la puerta de una casa y una sirvienta llamada Rosa, al reconocer su voz, se alegró tanto, que no le abrió la puerta.

"Ninguna comunidad cristiana puede ir adelante sin el apoyo de la oración perseverante", la oración que es el encuentro con Dios, con Dios que nunca falla, con Dios fiel a su palabra, con Dios que no abandona a sus hijos. Jesús se preguntaba: «Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?» (Lc 18,7). En la oración, el creyente expresa su fe, su confianza, y Dios expresa su cercanía, también mediante el don de los Ángeles, sus mensajeros.

La segunda lectura es "una llamada a la fe". En la segunda lectura, San Pablo escribe a Timoteo: «Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje... Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo» (2 Tm 4,17-18). Dios no saca a sus hijos del mundo o del mal, sino que les da fuerza para vencerlos. Solamente quien cree puede decir de verdad: «El Señor es mi pastor, nada me falta» (Sal 23,1).

Cuántas fuerzas, a lo largo de la historia, ha intentado –y siguen intentando– acabar con la Iglesia, desde fuera y desde dentro, pero todas ellas pasan y la Iglesia sigue viva y fecunda, inexplicablemente a salvo para que, como dice san Pablo, pueda aclamar: «A Él la gloria por los siglos de los siglos» (2 Tm 4,18).

Todo pasa, solo Dios permanece. Han pasado reinos, pueblos, culturas, naciones, ideologías, potencias, pero la Iglesia, fundada sobre Cristo, a través de tantas tempestades y a pesar de nuestros muchos pecados, permanece fiel al depósito de la fe en el servicio, porque la Iglesia no es de los Papas, de los obispos, de los sacerdotes y tampoco de los fieles, ¡es única y exclusivamente de Cristo!. Sólo quien vive en Cristo promueve y defiende a la Iglesia con la santidad de vida, a ejemplo de Pedro y Pablo.

Los creyentes en el nombre de Cristo han resucitado a muertos, han curado enfermos, han amado a sus perseguidores, han demostrado que no existe fuerza capaz de derrotar a quien tiene la fuerza de la fe.

Y finalmente, "una llamada al testimonio". Pedro y Pablo, como todos los Apóstoles de Cristo que en su vida terrena han hecho fecunda a la Iglesia con su sangre, han bebido el cáliz del Señor, y se han hecho amigos de Dios.

Pablo, con un tono conmovedor, escribe a Timoteo: « Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su manifestación».

Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estéril, un muerto que cree estar vivo, un árbol seco que no da fruto, un pozo seco que no tiene agua. La Iglesia ha vencido al mal gracias al testimonio valiente, concreto y humilde de sus hijos. Ha vencido al mal gracias a la proclamación convencida de Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo», y a la promesa eterna de Jesús (cf. Mt 16,13-18).

Queridos Arzobispos, que hoy reciben el palio, éste es un signo que representa la oveja que el pastor lleva sobre sus hombros como Cristo, Buen Pastor, y por tanto es un símbolo de vuestra tarea pastoral, es un «signo litúrgico de la comunión que une a la Sede de Pedro y su Sucesor con los metropolitanos y a través de ellos, con los demás obispos del mundo».

Hoy, junto con el palio, quisiera confiaros esta llamada a la oración, a la fe y al testimonio. La Iglesia os quiere hombres de oración, maestros de oración, que enseñéis al pueblo que os ha sido confiado por el Señor que la liberación de toda cautividad es solamente obra de Dios y fruto de la oración, que Dios, en el momento oportuno, envía a su ángel para salvarnos de las muchas esclavitudes y de las innumerables cadenas mundanas. También vosotros sed ángeles y mensajeros de caridad para los más necesitados.

La Iglesia os quiere hombres de fe, maestros de fe, que enseñéis a los fieles a no tener miedo de los muchos Herodes que los afligen con persecuciones, con cruces de todo tipo. Ningún Herodes es capaz de apagar la luz de la esperanza, de la fe y de la caridad de quien cree en Cristo.

La Iglesia os quiere hombres de testimonio. Decía san Francisco a sus hermanos: Predicad siempre el Evangelio y, si fuera necesario, también con las palabras (cf. Fuentes franciscanas, 43). No hay testimonio sin una vida coherente. Hoy no se necesita tanto maestros, sino testigos valientes, convencidos y convincentes, testigos que no se avergüencen del Nombre de Cristo y de su Cruz ni ante leones rugientes ni ante las potencias de este mundo, a ejemplo de Pedro y Pablo y de tantos otros testigos a lo largo de toda la historia de la Iglesia, testigos que, aun perteneciendo a diversas confesiones cristianas, han contribuido a manifestar y a hacer crecer el único Cuerpo de Cristo. Me complace subrayarlo en la presencia –que siempre acogemos con mucho agrado– de la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, enviada por el querido hermano Bartolomé I.

Es muy sencillo: porque el testimonio más eficaz y más auténtico consiste en no contradecir con el comportamiento y con la vida lo que se predica con la palabra y lo que se enseña a los otros.  

Enseñad a rezar rezando, anunciad la fe creyendo, dad testimonio con la vida.
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sábado, 20 de junio de 2015

Edf. TIZZIANA

RUTA DEL CUADRO PEREGRINO: "JESÚS MISERICORDIA TOCA TU PUERTA"

Durante la peregrinación del Cuadro de Jesús Misericordia que visita las Residencias y pernocta en cada hogar a donde es invitado, fue llevado al EDIF. TIZZIANA en donde fue recibido con cantos y aleluyas, por un nutrido grupo de habitantes, invitado por Inés Serrada.

Los Apóstoles de la Misericordia San Jorge dieron la charla sobre: La Unidad de la Iglesia Católica única creada por Jesucristo; La Entrega Misericordiosa de Jesús por nuestros pecados en la Cruz; La Oración confiada y constante; los Mandamientos; La Revelación de Jesús a Santa Faustina; el rayo ROJO y el BLANCO que brota de su Costado; la Coronilla de la Misericordia, Cómo orarla diariamente?, la Adoración al Dios de la Misericordia y la importancia de los Sacramentos de la Confesión, la Comunión y la Unción de los enfermos y el ¿Por qué ir a Misa?.

Seguidamente se dio inicio a la invocación del Espíritu Santo, la Oración del perdón, la Oración de Solicitud de Conversión, la Coronilla a la Divina Misericordia y las Oraciones de la Hora de la Gran Misericordia.

De inmediato llegó el Obispo Exarca de la Catedral San Jorge de Caracas, Mons. Georges Kahhale, quien luego de unas calurosas palabras por recibirnos en ésta Misión Evangelizadora que forma parte de las Obras de Misericordia Espiritual, inició el Rito de la Bendición, asperzó a los presentes e inició la Bendición de cada apartamento de un total de 60, de los cuales 10 están desocupados, se bendijo cerca de 40 viviendas a quienes se les entregó un tríptico de la Devoción y Coronilla para que la pongan en practica y entiendan el Culto de la Misericordia. Mientras los miembos del Apostolado entonaban cantos de alabanza y glorias en el salón de Fiestas.

Al mismo tiempo Monseñor Georges escuchó la Confesión a una vecina agobiada y le ofreció la Eucaristía. Al finalizar bajo al Salón de Fiestas a donde nos reunimos todos para compartir y allí signó con la Unción de los enfermos a los cansados, con dolencia o atribulados, que se lo solicitaron.

Un testimonio maravilloso recibimos los miembros del Apostolado luego de 3 semanas de peregrinar el Cuadro de Jesús por los hogares y fue que desde el dia que llegó y se hizo la Bendición "el Edificio cambió", se resolvieron viejos problemas de vecindad, se amistaron muchos, se hizo mas llevadera la situación personal de todos y se han logrado objetivos y salud espiritual de varios. ¡Ésa es la acción del Señor!.

Muy agradecida estuvo la Sra Inés y su pequeño e inteligente hijo, quienes quedaron impactados por la presencia del Señor en sus vidas.

Muchas Gracias a quienes le abrieron las puertas de sus casas y de sus corazones a JESÚS DE LA DIVINA MISERICORDIA, En Tí Confiamos!.
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sábado, 13 de junio de 2015

"CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA"

OREMOS:

«Madre de los hombres y de los pueblos, Tú conoces todos sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que sacuden al mundo, acoge nuestro grito dirigido en el Espíritu Santo directamente a tu Corazón y abraza con el Amor de la Madre y de la Esclava del Señor a los que más esperan este abrazo, y, al mismo tiempo, a aquellos cuya entrega Tú esperas de modo especial.

Toma bajo tu protección materna a toda la familia humana a la que, con todo afecto a Ti, Madre, confiamos.

Que se acerque para todos el tiempo de la paz y de la libertad, el tiempo de la verdad, de la justicia y de la esperanza».

Gracias Inmaculado Corazón de María, te ruego me Consagres a tu Corazón humilde, creyente y obediente. Te suplico lleva mi oración y entrégala al Padre Omnipotente, para que en nombre de Jesús, tome por completo mi vida, mi alma, mis conocimientos, mis seres queridos, NUESTRO HOGAR y los ilumine con su Santa Presencia y protección, al igual que a mi amada nación...

¡Qué LA PROVIDENCIA CAIGA SOBRE NOSOTROS Y NOS SALVE!!!

AMÉN.

(San Juan Pablo II . «Acto de consagración». Basílica de Santa María la Mayor. 7 de junio de 1981, Solemnidad de Pentecostés. Día elegido para recordar el 1600° aniversario 1er. Concilio Constantinopolitano y el 1550° aniversario del Concilio de Éfeso).
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"INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA"

Luego del Corazón de Jesús, celebramos al Dulce Corazón de María

Madre del Dios vivo, Madre del Dios Hijo, obediente, mansa al Padre...te venero, te admiro, te sigo...ruega a Dios porque pueda ser obediente siempre a su Trinidad Divina, como tú lo fuiste.

Ruega por nuestra liberación a mi familia, a mi hogar, a mi Iglesia, a mi país... libéranos de todo mal, toda acedía, todo estancamiento, toda ruina, toda esclavitud, toda falta de conversión, todo pecado, de toda miseria humana. Nunca dejes de suplicar por nosotros, Santa y dulce Madre del Dios de la Misericordia. Amén
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viernes, 12 de junio de 2015

¡FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS¡

Amor,

LA IGLESIA CATÓLICA CELEBRA LA FIESTA DEL CORAZÓN DE JESUS: el siguiente viernes luego de la Solemnidad del Corpus Christi, todos nos llenamos de gozo y festejamos al AMOR de los amores!

Pero, ¿cuánto dolor sufre ése Corazón misericordiosísimo y amante de la humanidad, como es el de Jesucristo, al ver al mundo indiferente a su prójimo? Indiferente al Padre Eterno? Insensible al dolor o las necesidades ajenas? Incapaz de sentir arrepentimiento ni pedir perdón a su Creador o a su hermano? Incapaz de reparar sus faltas? Una humanidad absorta en los Pecados Capitales, el yoismo, vanidosa y en miles de casos... Una humanidad absorta en la soberbia, el disfrute del materialismo y los ratos fugaces de felicidad.

Un mundo que no hace obras de Misericordia corporales ni tan siquiera espirituales?, un mundo lleno de injusticias, chisme o división.

Hoy, especialmente, cuando ÉL nos recuerda con su corazón traspasado de AMOR y CRUXIFICCIÓN, aquellas Bienaventuranzas leídas hace unos dias en el Evangelio (Mt. 5, 1-12) que, el Reino de los Cielos se abre a LOS POBRES DE ESPÍRITU; a los que LLORAN; a los SUFRIDOS; a los que TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA; a los MISERICORDIOSOS; a los LIMPIOS DE CORAZÓN; a los. que TRABAJAN POR LA PAZ; a los PERSEGUIDOS A CAUSA DE LA JUSTICIA y a aquellos que son INJURIADOS, PERSEGUIDOS Y LES DICEN COSAS FALSAS POR CAUSA DE CRISTO O SU FE...

HOY me se me aturde el alma al pensar que en todo esto estamos fallando y no nos arrepentimos, no reparamos, ni confesamos, ni sabemos llevar nuestra cruz junto a Él.

No sufras amado Jesús, dános tu LUZ para que si "no sentimos miedo ni vergüenza de perder nuestra alma", podamos tener "la necesidad urgente de pedir perdón y reparar" por nuestros desvíos y faltas a los Mandamientos, "tan sólo para hacerte feliz y enmendar en algo los daños que le hace nuestra destruida nación y sus inmoralidades o corrupciones y nuestras fallas o pecados personales o familiares A TU SACRATÍSIMO CORAZÓN"... JESÚS!

No olvides que esta devoción se resume en: AMOR, OBEDIENCIA, REPARACIÓN Y DESAGRAVIO.

"RECORDEMOS QUE LAS BENDICIONES, VIENEN CON LA OBEDIENCIA"

Por Mireya Urbina V.
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DEVOCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS

El Sagrado Corazón de Jesús


La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.

La difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se debe a santa Margarita de Alacoque a quien Jesús se le apareció con estas palabras: "Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio."

El 16 de junio de 1675 se le apareció Nuestro Señor y le mostró su Corazón a Santa Margarita María de Alacoque.

Su Corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su corazón, salía una cruz.  Santa Margarita  escuchó a Nuestro Señor decir: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor."

Con estas palabras Nuestro Señor mismo nos dice en qué consiste la devoción a su Sagrado Corazón. La devoción en sí está dirigida a la persona de Nuestro Señor Jesucristo y a su amor no correspondido, representado por su Corazón.

Dos, pues son los actos esenciales de esta devoción: "amor y reparación". Amor, por lo mucho que Él nos ama. "Reparación y desagravio", por las muchas injurias que recibe sobre todo en la Sagrada Eucaristía.

TRES ARMAS PARA LA LUCHA

Margarita recibió del Señor tres armas necesarias en la lucha que debía emprender para lograr la purificación y transformación.

La primera arma:
Una conciencia delicada y un profundo odio y dolor ante la más pequeña falta.

Una vez le dijo el Señor cuando había Margarita cometido una falta:

"Sabed que soy un Maestro santo, y enseño la santidad. Soy puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en mi presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura. Pues no puedo sufrir el menor desvío, y te daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a ser tu Maestro para enseñarte y formarte en mi manera y según mis designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus infidelidades."

Y así confiesa Margarita que nada era más doloroso para ella que ver a Jesús incomodado contra ella, aunque fuese de forma muy poca. Y en comparación a este dolor, nada le parecía los demás dolores, correcciones y mortificaciones y por tanto, acudía inmediatamente a pedir penitencia a su superiora cuando cometía una falta, pues sabía que Jesús sólo se contentaba con las penitencias impuestas por la obediencia.

Esta arma se fundamenta en su gran deseo de amar.

La segunda arma: La santa obediencia.

Lo que más severamente le reprendía Jesús a Margarita eran sus faltas en la obediencia, ya sea a sus superiores o a su regla. La menor réplica a los superiores con señales de incomodidad o repugnancia le es insoportable al Señor en un alma religiosa. Una vez corrigiéndola le decía:

"Te engañas creyendo que puedes agradarme con esa clase de acciones y mortificaciones en las cuales la voluntad propia, hecha ya su elección, más bien que someterse, consigue doblegar la voluntad de las superioras. ¡Oh! yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría más verla gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia."

La tercera arma: Su Santa Cruz.

La Cruz es el más precioso de todos sus regalos. Un día después que ella recibió la comunión, se hizo presente ante los ojos de ella una gran cruz, cuya extremidad no podía ver; estaba la cruz toda cubierta de flores. Y el Señor le dijo:

"He ahí el lecho de mis castas esposas, donde te haré gustar las delicias de mi amor; poco a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de mi amor para soportar el sufrimiento."

Era de esta forma intensa y purificadora que el Señor obraba sus designios en el corazón de Margarita. El, para desatar cada vez más de su alma el afecto a las cosas de esta tierra y sobre todo a sí misma, quiso permitir que viniesen sobre ella continuas humillaciones y desprecios. Pero no dejaba por ello el Señor de suplirle todas las gracias necesarias.

En otra ocasión le dijo el Señor: "Has de querer como si no quisieras, debiendo ser tus delicias agradarme a mí. No debes buscar nada fuera de mí pues de lo contrario injuriarías a mi poder y me ofenderías gravemente, ya que yo quiero ser solo todo para ti."

Al día siguiente de su profesión destinaron a Margarita a la enfermería, como auxiliar de la enfermera, Sor Catalina Marest, excelente religiosa, aunque de temperamento activo, diligente y eficiente. Margarita en cambio era callada, lenta y juiciosa. Recordándose ella después de su paso por la enfermería, escribía: "Solo Dios sabe lo que tuve que sufrir allí." Y no eran exageradas sus palabras pues había recibido un sin número de insultos y desengaños durante ese tiempo.

Jesús le comunicó una parte de sus terribles angustias en Getsemaní y la quiere víctima inmolada. Ella le dice a Jesús: "Nada quiero sino tu Amor y tu Cruz, y esto me basta para ser Buena Religiosa, que es lo que deseo."

Para San Juan Pablo II, el Corazón de Cristo reinará, pues, cuando se establezca la civilización del amor", es decir cuando el amor reemplace el odio, cuando el amor al prójimo por amor a Cristo amante venza en cada persona las pasiones y las pulsiones de violencia. Cuando, en otros términos, el prójimo sea respetado en sus derechos por amor al más próximo de todos los prójimos, Cristo. De esta manera será reparada la persona odiosa, preocupada por reemplazar el odio por el amor.

La palabra corazón despierta en nosotros, antes que nada, la idea del órgano vital que palpita en nuestro pecho y del que sabemos, aunque quizás vagamente, que está íntimamente conectado no sólo con nuestra vida física, sino también con nuestra vida moral y emocional. Tal relación explica, también, que el corazón de carne sea universalmente aceptado como emblema de nuestra vida moral y emocional, y que por asociación, la palabra corazón ocupe el sitio que tiene en el lenguaje simbólico y que esa palabra se aplique igualmente a las cosas mismas que son simbolizadas por el corazón.

Consecuentemente, la devoción al Sagrado Corazón puede ser definida como una devoción al Corazón Adorable de Jesucristo en cuanto él representa y recuerda su amor. O, lo que equivale a lo mismo, se trata de la devoción al amor de Jesucristo en cuanto que ese amor es recordado y simbólicamente representado por su corazón de carne (Cfr. Encíclica de S.S. León XIII, Annum Sacrum; Catecismo de la Iglesia Católica nos. 479, 609. N.T.). 


Es este simbolismo lo que de da su significado y su unidad, y su fuerza simbólica queda admirablemente completada al ser representado el corazón como herido. Como el Corazón de Jesús se nos presenta como el signo sensible de su amor, la herida visible en el Corazón nos recuerda la invisible herida de su amor ("Sólo el corazón de Cristo, que conoce las profundidades del amor de su Padre, pudo revelarnos el abismo de su misericordia de una manera tan llena de simplicidad y de belleza", Catecismo de la Iglesia Católica, 1439, N.T.).

Promesas principales hechas por el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita de Alacoque:

A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.


Daré la paz a las familias.
Las consolaré en todas sus aflicciones.
Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte
Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas

Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia
Las almas tibias se harán fervorosas
Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección
Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones
empedernidos

Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.

A todos los que comulguen "nueve primeros viernes de mes continuos", el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.

Santosdeldia
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domingo, 7 de junio de 2015

AL CORPUS CHRISTI

OREMOS:

"Cuerpo de Cristo. Te celebro Señor Jesús en la Hostia Consagrada.

Te quedaste con nosotros en forma de pan, después de Ascender a los cielos y de soplarnos al Espíritu Santo; subiste a los Cielos, formaste parte y eres la Santísima Trinidad y sinembargo, cada vez que el sacerdote hace el. ritual, conviertes el pan en tu Cuerpo y en tu Sangre.

Te adoro y te bendigo pan bajado del Cielo!

¡Oh! mi maná Divino, alimento de mi salvación.

Te amo, te bendigo pero sobre todo te doy gracias mi Divino Jesús...
porque te fuiste a la Gloria...
... pero te quedaste con nosotros... Gracias porque nunca nos dejaste..

Señor mío y Dios mío!" Amén

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CORPUS CHRISTI Y SUS MILAGROS EUCARÍSTICOS

"DESPUÉS DE SANTÍSIMA TRINIDAD CELEBRAMOS LA SOLEMNIDAD DEL CUERPO DE CRISTO"

Al conmemorar la solemnidad del Corpus Christi hacemos memoria de aquellas palabras que pronunció Jesús en la Última Cena: "Este es mi Cuerpo... ésta es mi sangre", con las cuales el mismo Jesucristo instituyó la Eucaristía, "fuente y culmen de la vida eclesial" y "compendio y suma de nuestra fe", como lo recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica.
 
A lo largo de los siglos y de la historia del Cristianismo han tenido lugar infinidad de intervenciones prodigiosas de Dios que han permitido confirmar la fe en la presencia real del cuerpo y la sangre de Jesús en la Eucaristía, es decir los Milagros Eucarísticos.

"Los Milagros Eucarísticos" tienen por objeto confirmar esta fe que se basa en las palabra de Jesús según las cuales lo que parece pan ya no lo es y lo que parece vino tampoco. De hecho en los Milagros Eucarísticos aparecen la Carne y la Sangre, o bien una u otra, según el caso. La. finalidad de esos milagros es demostrar que no debemos hacer caso a la apariencia externa (pan y vino), sino a la sustancia, a la auténtica realidad de la cosas, que es Carne y Sangre", explica el Padre Roberto Coggi, O.P.
 
Presentamos tres de estas intervenciones de Dios que en la historia han confirmado la presencia de Jesús en la Eucaristía. Aunque no incluimos todas, si compartimos algunas de las más representativas:
 
«Bolsena - Orvieto y la institución de la Solemnidad del Corpus Christi»
 
Entre los Milagros Eucarísticos, el de Bolsena -ciudad Italiana de la región de Umbría contigua a la ciudad de Orvieto- se destaca entre muchos, ya que gracias al prodigio que allí ocurrió fue instituida la Solemnidad del Corpus Christi.
 
El suceso aconteció en el año 1264 frente a los ojos del Padre Pedro de Praga quien dudaba de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Al celebrar la Santa Misa en la Iglesia de Santa Cristina ocurrió el hecho prodigioso: la Sagrada Hostia se transformó en Carne, comenzó a sangrar y manchó el corporal.

 
La noticia llegó muy pronto al Papa Urbano IV quien mediante la bula "Transiturus" decidió extender a toda la Iglesia Universal la fiesta del Corpus Domini, que hasta entonces se celebraba en la diócesis de Liegi, encargándole a Santo Tomás la creación de la liturgia para la solemnidad. Desde entonces Corpus Christi se conmemora. cada año el jueves o domingo posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad.
 
El Corporal del milagro permanece hoy para la veneración de los fieles en la Catedral de Orvieto.

 
«Lanciano y la duda del monje sacerdote»

El Milagro Eucarístico de Lanciano, ciudad medieval de Italia, ocurrió varios siglos atrás, en el 750 DC mucho antes de que se instituyera la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Los hechos tuvieron lugar cuando un monje sacerdote.... -quien dudaba de la presencia real del Cuerpo de Jesús en la Hostia Consagrada- celebraba la Misa y pronunciaba las palabras de la Consagración, en ese momento vio como la Hostia se convertía en Carne, y el vino en Sangre.
 
"¡Oh, afortunados testigos a quienes el Santísimo Dios, para destruir mi falta de fe, ha querido revelárseles, Él mismo, en este Bendito Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos! Vengan, hermanos y maravíllense ante nuestro Dios tan cerca de nosotros. Contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo", dijo el sacerdote a sus fieles.
 
La Carne y la Sangre, que mantienen las condiciones como si el milagro hubiese ocurrido hoy, permanecen visibles en un ostensorio de Plata para la veneración de los fieles.
 
«Roma: la huella grabada de la Sagrada Hostia»
 
En el año 1610 Roma fue testigo de otro Milagro Eucarístico. Todo ocurrió en la Capilla Caetani en la iglesia de Santa Prudenziana, cuando un sacerdote -también con fuertes dudas sobre la presencia de Jesucristo en la Eucaristía-, deja caer accidentalmente la Hostia mientras celebraba la Eucaristía. La Hostia rodó por el suelo de mármol dejando una huella de sangre. Quien visite hoy este templo podrá apreciar en las gradas del altar de la Capilla la mancha que dejo la Sagrada Hostia.
 
En el siguiente site del Siervo de Dios Carlo Acutis, se encuentra un completo listado de los Milagros Eucarísticos.
 
(Artículo originalmente publicado por Gaudium Press)

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«VENEZUELA: El MILAGRO EUCARÍSTICO AL PADRE ESTEVEZ EN VENEZUELA»
Por: Mireya Urbina V.

Recordemos también el Milagro Eucarístico sucedido en Los Teques, Edo. Miranda, Venezuela, al Padre Otty Estevez, quien falleciera en este año 2015.

La Hostia al ser consagrada y elevada en las manos del sacerdote en plena misa, comenzó a derramar sangre.

El padre Otty me contó que en él, se produjo una conmoción al descubrir que la sangre venía de la Hostia y no de sus manos, motivo por el cual la había depositado rápidamente en la patena para revisarse, al momento en que los fieles le indicaron que sangraba.

Posteriormente fue llevada a Vaticano y estudiada científicamente tanto la Hostia retirada del Altar, como la Sangre que emanaba de ella, se comprobó que la sangre era humana, del tipo AB positivo la mas común que tiene la mayoría de la humanidad (el mismo RH que prevalece en todas estas manifestaciones milagrosas), también que venía directamente bombeada por el corazón, pertenecía al miocardio, no se corrompía, ni se secaba, y aún al pasar mas de 17 años después de esta entrevista y estando ya en Venezuela nuevamente, permanece fresca como si acabara de brotar en este instante!

Hoy, permanece resguardada en un expositorio especialmente diseñado para esta milagrosa presencia en la Casa de Oración "Madre Ana María", Qta La Milagrosa, Carrizal, Edo. Miranda, Venezuela, donde puede ser visitada previa cita.

Recuerdo que el sacerdote Otty me pidió que cuando narrará esta historia, no lo nombrara, sino que le recordara a todos que "Jesús está verdaderamente en el Pan Eucarístico"...y con su manera sencilla de hablar me explicó que:... "El pan ya no es pan, sino Carne, Cuerpo y Sangre de Jesucristo, Nuestro. Señor...no lo duden, jamás y por nada ni nadie pierdan la fe, no vale la pena que por incrédulo te pierdas a Nuestro Señor Jesús, que aún en estos dias de modernismo, nos viene a confirmar que sí es Cristo, quien está en la Hostia Consagrada del Santísimo Sacramento !".

¡ DICHOSOS LOS QUE CREAN SIN VER !.
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LA CELEBRACIÓN DEL CORPUS CHRISTI FUE INSPIRADA

"Resumen de la proclamación de la Solemnidad".

Una religiosa llamada Juliana que diversas situaciones la condujeron en varias ocasiones fuera del convento fue la que inspiró hacer una Solemnidad al Corpus Christi, luego de una inspiración que la inquietó de sobremanera y no la calmó hasta qie la comunicó al Obispo. Ella murió el 5 de Abril de 1258 en la Casa de las monjas Cisterciences en Fosses, y fue sepultada en Villiers.

Juliana, desde su temprana juventud, tuvo una gran veneración por el Santísimo Sacramento, y siempre anheló una fiesta especial en su honor.

Se afirma haberse incrementado este deseo por "una visión donde vio a la Iglesia, bajo el resplandor de la apariencia de la luna llena, que tenía un punto negro, el cual significaba la ausencia de tal solemnidad".

Ella hizo conocer sus ideas a Robert de Thirete, entonces Obispo de Lieja, al erudito Dominico Hugo, más tarde cardenal legado en los Países Bajos, y a Jacques Pantaléon, entonces Archidiácono de Lieja, después Obispo de Verdun, Patriarca de Jerusalén, y finalmente Papa Urbano IV.

El Obispo Robert quedó favorablemente impresionado, y, puesto que los obispos ya tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, convocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se realizara el siguiente año, también que un monje llamado Juan escribiera el Oficio para la ocasión. El decreto se conserva en Binterim (Denkwürdigkeiten, V, 1, 276), junto con partes del Oficio. El Obispo Robert no vivió para ver la ejecución de su orden, pues murió el 16 de Octubre de 1246; pero la fiesta fue celebrada por primera vez por los cánones de San Martín de Lieja.

Jacques Pantaléon se convirtió en papa el 29 de Agosto de 1261. La hermitaña Eva, con quien Juliana había pasado algún tiempo, y quien también era una ferviente adoradora de la Sagrada Eucaristía, ahora recomendó encarecidamente a Enrique de Guelders, Obispo de Lieja, que solicitara al papa extender la celebración al mundo entero. Urbano IV, siempre un admirador de la festividad, publicó la Bula "Transiturus" (8 de Septiembre de 1264), en la cual, después de haber ensalzado el amor de Nuestro Señor como se expresaba en la Sagrada Eucaristía, ordenó la celebración anual de Corpus Christi en el Jueves siguiente al Domingo de Trinidad, concediendo al mismo tiempo muchas indulgencias a los fieles por su asistencia a la Misa y al Oficio. Este Oficio, compuesto a solicitud del papa por el Doctor Angélico Santo Tomás de Aquino, es uno de los más bellos en el Breviario Romano y ha sido admirado aún por los Protestantes.

La muerte del Papa Urbano IV (2 de Octubre de 1264), poco después de la publicación del decreto, obstruyó un poco la difusión de la festividad. Clemente V tomó de nuevo el asunto en sus manos y, en el Concilio General de Viena (1311), una vez más ordenó la adopción de la fiesta. Publicó un nuevo decreto que incorporaba el de Urbano IV.

Juan XXII, sucesor de Clemente V, recomendó con insistencia su observancia.
Ningún decreto habla de la procesión teofórica como una característica de la celebración. Esta procesión, ya celebrada en algunos lugares, fue dotada con indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV.

La fiesta ha sido aceptada en 1306 en Colonia; Worms la adoptó en 1315; Estrasburgo en 1316. En Inglaterra fue introducida desde Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos, Venezuela y algunos otro países la solemnidad se celebra el Domingo siguiente al de Trinidad, cinco dias antes de Corazón de Jesús.

En la Iglesia Griega la fiesta del Corpus Christi se conoce en los calendarios de los Sirios, Armenios, Coptos, Melquitas, y en los Rutenianos de Galicia, Calabria y Sicilia.

CUERPO DE CRISTO SÁLVANOS
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