domingo, 9 de agosto de 2015

LAS BENDICIONES SON UN SACRAMENTAL (4)

"LAS BENDICIONES":

Tomado del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC):

#1671 Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares).

Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales". (Ef.1:3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.

#1672 Ciertas bendiciones tienen un alcance permanente: su efecto es consagrar personas a Dios y reservar para el uso litúrgico objetos y lugares. Entre las que están destinadas a personas -que no se han de confundir con la ordenación sacramental- figuran la bendición del abad o de la abadesa de un monasterio, la consagración de vírgenes, el rito de la profesión religiosa y las bendiciones para ciertos ministerios de la Iglesia (lectores, acólitos, catequistas, etc.).

Como ejemplo de las que se refieren a objetos, se puede señalar la dedicación o bendición de una iglesia o de un altar, la bendición de los santos óleos, de los vasos y ornamentos sagrados, de las campanas, etc.

También se llevan bendiciones a los hogares y familias con un especial Rito Litúrgico hecho por un sacerdote u obispo, rociando luego Agua Bendita. Este procedimiento, si se recibe con fe y oración, llena de abundante gracia el lugar o las personas, y como signo de la fuerza de este acto, reciben el gozo, la emoción y una alegría que proviene de la presencia de Cristo Jesús.

Cuando alguien te dice "DIOS TE BENDIGA" no sólo te está deseando lo mejor para ti, sino que también esta actuando en favor suyo. Pues cuando bendices a alguien también atraes el favor de Dios hacia ti.

El efecto de la Bendición es multiplicador, ya que es dado por Dios a sus Hijos.

¡¡¡BENDICIONES!!!

La bendición invoca el apoyo activo de Dios para el bienestar de la persona, habla del agradecimiento, implica salud, provisión y felicidad en la persona que recibe buenos deseos de nuestra parte.

La bendición comienza en el hogar, en las relaciones de padres e hijos. Los niños que reciben el regalo de la bendición de parte de sus padres, tienen un buen comienzo espiritual y emocional en la vida.

Reciben un firme fundamento de amor y aceptación. Este principio también se aplica a la íntima relación de pareja. Las amistades se profundizan y fortalecen, la hermandad de las Iglesias se incrementa, trayendo compañerismo, sanidad y esperanza a muchos que nunca han recibido una palabra de bendición.

EL poder de la vida y la muerte está en la Palabra. Al bendecir, se otorga vida, no sólo al que recibe la bendición, sino también al que la da.

"Por eso, hoy te bendigo, mi bendición va para ti, porque al bendecirte de todo corazón, me bendigo a mí mismo".

Reparte bendiciones donde vayas, no sólo de palabras, sino de hechos. Ellas volverán a ti, cuando menos lo esperes. En general, la persona que vive en la presencia de Dios, amándole y obedeciéndole, goza de la bendición Divina siempre.

También es muy bueno Bendecir a Dios, a Jesús, a María Santísima.

(algunos puntos de Misericordia sin fin)
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