miércoles, 10 de febrero de 2016

AYUNO, ORACIÓN Y ABSTINENCIA

ES OBLIGATORIO EL MIÉRCOLES DE CENIZA Y EL VIERNES SANTO, COMO MÍNIMO.

El ayuno y la abstinencia.

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años.

El "ayuno" consiste hacer una sola comida fuerte al día y la "abstinencia" es no comer carne y abstenerse de consumir o darnos el gusto o el placer de lo que mas nos domina o nos agrada.

De esta manera doblegamos al cuerpo y a la mente para que no nos dirija, y elevamos nuestro espíritu, fortaleciendolo al ofrecer este sacrificio, esta negación, a Dios.

¡Es negarnos a nosotros mismos por amor y respeto al Creador!
Es el modo mas hermoso de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.

La oración.

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior.

Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios, y únicamente Dios, el centro de nuestra vida.

Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:

1) La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.

2) La disipación: Esto quiere decir que cuando oramos hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.

3) La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria, al caletre, leerlas como poesías... sino orar sintiendo cada palabra y "quedar a la escucha de Dios".

Es menester hacer silencios entre una y otra oración o decenas de la Coronilla y del Rosario.

"Es silenciarnos junto con Él".

La oración es configurarnos con Él. Es entrega. Es poner nuestros deseos, nuestras intenciones, nuestras necesidades y fallas ante Él. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón, porque a Dios no se le puede engañar, ni manipular.


Enviado desde mi dispositivo movil BlackBerry® de Digitel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario para nuestro Blog Divina Misericordia