miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mons. JUAN CARDON DE LICHTBUER (Invitación, Oración-Anécdota-Memorial-Fotos)

Al inspirador del "Apostolado de Jesús de la Divina Misericordia San Jorge", bajo la guía espiritual de Mons. Georges kahhale.
*MEMORIAL por los 12AÑOS del Trágico Accidente que se robó la vida de Monseñor Juan Cardon De Lichtbuer, Rogaremos por su Alma:
DIA: 25 de septiembre2013. HORA: 5:30 pm.
CATEDRAL SAN JORGE. 3era Av. (Detrás del Metro-Bus del CCLa Villa y al lado del Campo de Beisball) Montalbán II. Caracas.





ORACION POR UN SACERDOTE FALLECIDO:
"Te fuiste al Cielo, sacerdote de Dios, con todos tus defectos humanos que aquí se quedan para siempre. Pero cuántas riquezas le llevas a Dios, de todos los que aquí absolviste, de todos los que aquí guíaste, de todos los aquí convertidos con tú testimonio, de todos a los que los sacramentos entregaste!
Dios sopesa tus obras y como constructores de su Iglesia en la tierra, vaya a los SACERDOTES SANTOS, que nos precedieron, ...un GLORIA bien sentido y un rotundo GRACIAS por habernos entregado sus vidas, por darse al prójimo en nombre de Jesús. AMÉN!.


EN HOMENAJE al P. JUAN CARDON (1932-2001)
Confesor; Eucarístico; Guía; Consejero; Corrector Infatigable de los desvíos; Propiciador de Testimonios de vida. Conscientizador por la Santidad de los Laicos. Abuelo, Papá y hermano, de los que no lo teníamos.

Preocupado siempre por Venezuela, ya que vivió a muy corta edad la guerra, las desgracias de la invasión nazi a su Bélgica natal.

Cómo le dolía ver que se administraran los Sacramentos sin que el creyente tuviera profundo conocimiento de lo que hacía.
Cómo se apegaba a quien le dijera que quería conocer mejor su fe, que era pecador, que se equivocaba, que quería ser como Dios deseaba...allí el padre Cardón pulirnos se quita el carbón al diamante; se hacía un gigante y te guiaba por los caminos inhóspitos o hermosos de lo que es caminar con Cristo, para ganar su salvación.
Era un gran constructor, había dejado sus estudios de Arquitectura por el sacerdocio. Construyó sitios de oración desde la iglesia de Petare a la Capilla Universitaria de la UCV y el Movimiento Universitario Católico de Venezuela MUC, hasta Carapita Abajo a Carapita en el piquito del Barrio Bicentenario; desde la construcción del Templo parroquial Ntra. Sra. de la Paz fabricada con el dinero de Su Herencia Paternal y lo poco que aportamos algunos fieles para tan grande proyecto...llegó hasta la creación de la Fundación Solidaridad al Servicio de la Familia (hoy Fundación JUAN CARDON) para que los laicos pusieran su granito de arena al servicio de Dios y su prójimo), donde creó Retiros Espirituales Pre-Matrimoniales para evitar la proliferación del divorcio en parejas conscientes del paso a dar.
Sin embargo a veces se quejaba porque lo que "verdaderamente quería construir -decía- era el templo del alma de los fieles para Dios". Eso lo hacía sentirse frustrado por que veía que la gente seguía sin convertirse a su alrededor, "puro hacer y poseer, pero poco que dar al otro y abrirse al Señor", comentaba tristemente.

Todo un personaje que fue deshechado por algunos que no querían abajarse y deseaban ser católicos superficiales...pero fue amado por los que buscábamos profundamente a Dios...era con estos últimos con quienes desarrollaba una mística hermandad -que creaba envidias- para que bajo su presión y discernimiento pudiéramos ser llevarlos a la santidad.
Como todo hombre, perfecto...no fue... pero inmensamente misionero de Jesucristo, sí!; un recio hombre de grandes valores, muy polémico con el Estado y sus superiores, que "permaneció vigilante ante cualquier desvío de la fe en la gran zona de Montalbán" y que exigía de los Ministros Católicos en Caracas, una profunda rectitud, integridad y entrega en el servicio, hasta olvidarse de sí mismos por Amor a Dios.
Nunca se le conoció que se negara por cansancio o fatiga o en plena comida, a llevar un Sacramento a los Enfermos o moribundos, a la hora que fuera. Siempre atendió la llamada de los que querían acabar con sus vidas por que no soportaban la desgracia que vivían; atendía a las viudas y las consolaba como un esposo; jamás ignoró o le faltó tiempo para servir a un sufrido, a un ignorante de la fe, o a un verdadero pobre de estómago o de espíritu, siempre que se dejara aconsejar y quisiera salir de su terrible situación.
Defectos para muchos... tuvo muchos! pero para los sencillos que necesitamos de su conocimiento y sacerdocio fue alguien que nos hizo "sentir la presencia de un Jesucristo" que "no es un mojigato, que es un DIOS EXIGENTE, que no es al que podemos vestirlo con nuestras sucias o insensibles vestiduras, sino que quiere acrisolarnos en la perfección, sin malicias, orgullos vanales, vanidades superficiales, soberbias despreciativas o costumbres mundanas" -comentaba-.
Solía decirme "En la Casa del Padre hay muchas habitaciones, te imaginas vivir con el Rey de Reyes? Te imaginas que una de ésas habitaciones sea para recibirte a tí? O a mí? Pero para eso, tenemos que ser santos, buscar la perfección!"
Brille para tí Mons. Juan Cardón, o padre Juan o padre Cardon( como muchos le conocían)...la LUZ ETERNA en una habitación especial de la Casa de mi Padre DIOS y ruegale para que te deje construir la mía y la de los míos, amigos y conocidos (como siempre lo quisiste)... para que podamos entrar al Reino de mi Amado Jesús, a donde tu querías que todos estuviéramos algún día.


Vaya para tí HOY como siempre, Juan Cardon, una lágrima de añoranza por la pronto e inesperada partida y que éstas gotitas del alma sean aceptadas como muestras del Amor de Dios que nos diste a los que necesitamos algo del prójimo en éste mundo cruel, que desprecia a los verdaderos necesitados e hijos de la salvación.
Que éstas gotitas saladas sean recibidas por el Padre para elevarte más y más en el reconocimiento de tu santidad.
A 12 Años luego de tu partida, aún escucho gente que te llora, que te ve, que se siente acompañada o sanada por tí, sigues construyendo la esperanza de muchos.
Yo sólo se que me falta, ese regaño áspero cuando me equivocaba, pero que escuchabas y te disculpabas como un niño cuando se te corregía, cuando sabías que te equivocabas, porque como humano también caías.

Extraño al amigo que me recibía cuando la vida se me oscurecía y tu sabia escucha y consuelo iluminaba de nuevo el caminar de mi vida y la de mis hijos.
Me hace falta ése SACERDOTE, ése Jesús que tú padre Cardon, me acercabas; ése pedacito de Cielo que me hacías sentir, cuando caíamos en contemplación sobre las cosas de Dios o en la Adoración a Jesús; cuando sentíamos en la confesión un éxtasis de la cercanía del Cielo en perfecta contemplación con las cosas de mi Padre.
Extraño ése impulso que me dabas a mí y a los míos cuando decías: "Agrúpate, reúnete, crea algo para el Señor; vamos tú puedes ofrecerle mucho a tu prójimo; estudia al Señor, no te quedes como la 'higuera que no dio fruto', vamos adelante Dios te ama y Jesús también...ve a Él, tómalo en la Eucaristía en la Misa...allí Él se regala y no busques mas nada, porque sólo lo vivido con Él será lo que te hará perdurar!.



Gracias padre Cardon por el tiempo recibido y Dios me perdone el no haberte despedido, cuando saliste a ése viaje de vacaciones...del que nunca regresaste!
Hay sacerdotes buenos y regulares; existen los que están enfermos y muy pocos los desviados; hay sacerdotes elevadísimos y exigentes como padre Pío y dulces como el Cura de Ars, otros buenos y sencillos como San Martín de Porres; de oración y amor como San Antonio. Los hay pobres y ricos, hasta con alcurnia, millonarios y con sangre azul, Juan Cardón fue uno de éstos últimos, que lo dejó todo por Amor a Cristo y a tí, los fieles de la Iglesia.
Mi familia y los que le profundizamos podemos decir que conocimos a un humano muy humano, visionario, altruista, emprendedor, soñador aunque lo disimulara, que se llevó decepciones con los "doble cara", a veces rudo a veces inocente; con un enorme miedo a pecar o a ofender a Dios; un hombre de estos días, pero que vivió un santo ministerio, por lo tanto podemos decir con alegría que: Conocimos a un SANTO SACERDOTE! Sí los hay, son muchos, y yo lo testimonio.

Lic. Mireya Urbina

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