sábado, 11 de abril de 2015

LA FIESTA DE LA MISERICORDIA

SE CELEBRA EL SIGUIENTE DOMINGO DESPUÉS DE RESURRECCIÓN, Segundo Domingo después de Octava de Pascua

¡VÍVELA DONDE LA CELEBREN CONFESADO Y COMULGA!

Durante el transcurso de las revelaciones de Jesús a la hermana Faustina sobre la Divina Misericordia, JESÚS le pidió en diversas ocasiones que se dedicara una "Fiesta a la Divina Misericordia" y que esta fiesta fuera celebrada el domingo después de la Pascua.

Los textos litúrgicos de ese día, el Segundo Domingo de Pascua, son concernientes a la institución del Sacramento de Penitencia, ósea sobre el Tribunal de la Divina Misericordia, de manera que van perfectamente con las peticiones de nuestro Señor.

Recuerden que este día, es importante divulgar su imagen al mayor número de personas, sus oraciones, La Coronilla, para que el mundo se convierta, reciba la Gracia, las Indulgencias y las Bendiciones prometidas y se vuelque a su Misericordia Divina, -como así lo ha pedido Jesús-.

LAS INDULGENCIAS:

Se concede:

1) La Indulgencia Plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el Domingo Segundo de Pascua, llamado de la Misericordia Divina, en cualquier Iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia Divina, o al menos rece, en presencia del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario: "el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús Misericordioso" (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti").

2) Se concede la Indulgencia Parcial: al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.

-Oraciones, invocaciones legítimamente aprobadas.-

"Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas, y el océano de tú Misericordia se abrió para el mundo entero. ¡Oh! fuente de Vida, Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros."

"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Tí confío.

O mejor aún, rezar: "La Coronilla a la Divina Misericordia".

Recuerden decir después de cada Oración, Jaculatoria o Coronilla:
"¡ JESÚS, EN TÍ CONFÍO !"

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